Two weeks ago, it was my boyfriend’s birthday. Since in France that Thursday was a holiday, we decided to take a trip over the long weekend. Our destination: Valencia, España! Being in the South of France, Spain is very close and it’s a very economical destination. To be honest, I knew very little about Valencia other than… oranges! However, I came upon a big city with the heart of a small town, where history and traditions live with innovation and globalization. A city that has more than oranges to offer to this world – even though I do love oranges.
[Versión en español abajo]
Crossing the frontier from France to Spain is gorgeous because you go through the middle of the Pyrénées. The landscape is very green while you’re ascending the French side, but once you arrive to the Spanish side you start descending and the landscape becomes very dry.
In Valencia, we stayed at the Casual Valencia Vintage hotel, which is located very close to the town hall and the market. The location is really ideal, we didn’t even have to take the car out while we were there. That first night we went to a tapas restaurant which I found on Foursquare, Tinto Fino Ultramarino. Three glasses of wine, a shot, and several tapas later, I was in love with this place and the service. The restaurant is small but very cozy and delicious.
The next day we went to walk around the old town. First stop, the central market of Valencia. I loved this place. First, because it is the perfect place to smell and see the savors of a city, and second, because when I found products from Colombia, I think I jumped from excitement! Afterwards, we went to the Cathedral of Santa María de Valencia, which was constructed over an old mesquite. This is an obligatory stop, and the audio guide makes a very thorough tour. The last part of the guide is the visit to the Chapel of the Holy Chalice, where we can see the arguably authentic Holy Grail. When we were done with the visit we went to have a sangria and chipirones on the Plaza de La Virgen. After resting our feet a bit we made a tour around the town hall and the Plaza de Toros (bullring). That same night we went to have dinner at a restaurant called “Canela”, right in front of the old gates of the city. Our paella Valenciana was exquisite! Walking around the neighborhood Del Carmen, we chose a bar that looked different from the many others: “El Cafetín”.
On our third day we had breakfast at a small cozy place near the hotel called Trencat. We then walked to the City of the Arts and the Sciences along the Turia Garden, which was once the Turia River of the city until it was deviated. The walk there took us about 30 minutes. This architectural complex of culture and entertainment is impressive. It is made up of 5 buildings: L’Hemisfèric, El Museo de las Ciencias Principe Felipe, L’Umbracle, El Oceanográfico, and el Palacio de las Artes Reina Sofia. After our visit we took a taxi back to the center, which cost us about 7 euros. We decided to go back to the Plaza de La Virgen to enjoy the sun, the famous Agua Valenciana (orange juice, cava, vodka, and gin…enough to end up either tipsy or wanting a nap) and the festivity in honor of Our Lady of the Forsaken, the patron of Valencia: dances, a concert by the Municipal Orchestra of Valencia, and fireworks.
The following day on Sunday, we concluded our trip with a brunch at “Mama Delicias” and from there we began our way back to France… 6.5 hours on the road, but at least, since I don’t know how to drive manual, I had to be the co-pilot!
Sweet Travels!
Hace dos semanas fue el cumpleaños de mi novio y como en Francia era festivo ese jueves, decidimos tomarnos el puente largo para viajar. Nuestro destino: ¡Valencia España! Estando en el sur de Francia, España nos queda muy cerca, aparte de que es un destino muy económico. Para ser sincera no conocía mucho de Valencia aparte de….¡las naranjas! Sin embargo, me encontré con una ciudad grande pero con corazón de pueblo, donde la historia y tradiciones viven junto a la innovación y globalización. Una ciudad que tiene mas que naranjas para ofrecerle al mundo -aunque amo las naranjas.
El cruce de frontera de Francia a España es precioso ya que uno pasa por todo el medio de los Pirineos. El paisaje es bastante verde mientras uno asciende del lado Frances, pero al llegar al lado Español donde comienza el descenso la vegetación se vuelve mucho mas seca.
All llegar a Valencia nos alojamos en el hotel Casual Valencia Vintage, el cual queda muy cerca del ayuntamiento y del mercado. La ubicación del hotel fue ideal, es más el carro ni lo sacamos los días que estuvimos allá. Esa primera noche fuimos a cenar a un restaurante de tapas que encontré en Foursquare, Tinto Fino Ultramarino. Tres copas de vino, un chupito, y varias tapas después, quede encantada con este lugar y su servicio. El restaurante es pequeño pero super acogedor y delicioso.
Al día siguiente fuimos a dar una vuelta por todo el casco viejo. Primera parada, El Mercado Central de Valencia. Quedé encantada con este mercado. Bueno, primero porque es el lugar perfecto para oler y ver los sabores de una ciudad, y segundo porque encontré productos de Colombia, ¡creo que salte de la emoción!. Después fuimos a la Catedral de Santa Maria de Valencia, la cual fue construida sobre una antigua mezquita. Esta es una parada obligatoria, y el audio guía hace un recorrido muy completo. La ultima parte de la guía es la visita a la Capilla del Santo Cáliz, donde se encuentra el supuesto Santo Grial. Al terminar la visita fuimos a tomarnos una sangria y comer chipirones en la Plaza de La Virgen. Después de descansar un poco hicimos un recorrido por el ayuntamiento y la Plaza de toros. Esa noche fuimos a cenar a un restaurante que se llama “Canela”, ubicado justamente al frente de las antiguas puertas de la ciudad. ¡Nuestra paella Valenciana estuvo estupenda! Caminando por el barrio Del Carmen escogimos un bar que se veía algo diferente a los otros: “El Cafetín”.
En nuestro tercer día desayunamos en un lugar muy acogedor cerca al hotel llamado Trencat. Después de ahi nos fuimos caminando hasta La Ciudad de las Artes y de las Ciencias por todo el Jardín del Turia, el cual era el antiguo Rio Turia de la ciudad hasta que fue desviado. La caminada nos tomo mas o menos unos 30 minutos. Este complejo arquitectónico de cultura y entretenimiento es impresionante. Esta compuesto por 5 edificios: L’Hemisfèric, El Museo de las Ciencias Principe Felipe, L’Umbracle, El Oceanográfico, y el Palacio de las Artes Reina Sofia. Al terminar la visita decidimos coger un taxi hacia el centro de la ciudad, el cual nos costo mas o menos 7 euros. Decidimos ir a la Plaza de la Virgen para disfrutar del sol, de la famosa Agua Valenciana (jugo de naranja, cava, vodka, y ginebra… suficiente para salir o entonado…o con ganas de una siesta), y de las festividades en honor a la Virgen de los Desamparados, la patrona de Valencia: bailes infantiles, un concierto de la banda Municipal de Valencia, y juegos pirotécnicos.
Al día siguiente el domingo, concluimos nuestro paseo con un brunch en “Mama Delicias” y de ahí salimos rumbo a Francia…6.5 horas de carretera, menos mal no sé manejar carro de cambios y me toco ser copiloto!
¡Dulces viajes!